domingo, 9 de septiembre de 2012

Los Elementos de la Discordia - Capítulo: 1 (FanFiction de My Little Pony: Friendship is Magic)

 Sé lo que algunos van  a pensar: "¡¡DUUUUH!! Ultra, no era que tú no eras Brony.... ¡¡DAME UN MUFFIN!!" NO... No soy brony, carajo. Pero sí, admito que me gusta mucho My Little Pony Friendship is Magic... ¿Y qué? ¿Te crees que me avergüenzo? ¿Te crees que me molesta que alguien piense mal de mí porque paso todo mi tiempo en Equestria Daily? ¿¿¿AAAAAAAAAAAAAAAAAH???
  "Los Elementos de la Discordia" es un FanFiction que se me ocurrió luego de terminar de ver la segunda temporada de la actual serie de My Little Pony. Supongo que después de leer estupideces e historias hechas por fans de Animes, me interesé más por ver algunos Fan Fictions de MLP. ¿Por qué? Bueno, cuando leí Cupcakes, Rainbow Factory, Rocket to Insanity y My Little Dashie (Excepto por la última, las anteriores tres nombradas son del género Gore.) me interesé muchísimo por estos escritos y me lancé a leer varios (de los mejores, claro). 
 Tengo que admitir que las historias que salen a partir de Ponies son geniales y mucho más si tienes la oportunidad de ver la serie, ya que le ves esa personalidad que tu les conoces a los personajes.
 Bueno, luego de esto, me inspiré muchísimo y se me ocurrió escribir este Fic. 
 "Los Elementos de la Discordia" surgió de mi mente poblada de batallas y enfrentamientos que, para mí, son épicos. Esas luchas que tu dices: "Tal persona debería enfrentarse con este tipo" o te inventas un alter-ego porque crees que será muy épico ver como se desfloran la cara en el aire. 
 Bien, sin más, les dejo el primer capítulo, titulado: "Eclipse" y disfruten. Y MEJOR QUE LO DISFRUTEN PORQUE ESTUVE TODA UNA SEMANA PARA ESCRIBIRLO, MIERDAS! 

  


-Capítulo 1: Eclipse-

 La noche había caído en Canterlot y los ruidos de los cascos, bajo la lluvia, no paraban de oirse por todo el reino. La sorpresiva tormenta empapaba los trajes más elegantes y los truenos asustaban hasta al Pony más valiente.
 Mientras la mayoría de los habitantes corrían desesperados hasta sus casas para evitar mojarse o tener que lidiar con un resfrío, en lo alto de una torre, una sombra de lo que parecía un unicornio, contemplaba aquel pequeño infortunio. Rápidamente comenzó a moverse techo por techo hasta llegar a un extremo el cual se podía observar, a lo lejos, el jardín del palacio. La silueta no pensó dos veces y dio un gran salto hacia allí. Cayó como un gato en el césped, sin el más mínimo ruido, y se traslado hacia la zona de estatuas que estaba cerca del laberinto. Ya ahí, buscó lentamente por cada una hasta que se detuvo frente a una escultura alta y con la forma de un extraño dragón. Un relámpago generó un enorme destello delatando que aquella estatua era la de Discord. La unicornio se acercó hacia la placa que estaba en la base de la figura y la tocó con su cuerno mágico, convirtiéndola en una pequeña compuerta. Esta se abrió y allí adentro había una caja con un grabado en la cubierta que decía "Plan B". La portadora sonrió, cerró la trampilla y partió lejos del lugar con la caja en su poder.
                                           ~o~
 Amanecía en Ponyville, el sol resplandecía iluminando cada habitación de los hogares, ocasionando que todos los habitantes se despertaran y comenzaran con sus típicos labores cotidianos. Los negocios comenzaban a abrir y los ponys se preparaban para, una vez más, poder llevar el pan a la mesa.
 En la biblioteca, Twilight, se había pasado varios días sin dormir leyendo algunos libros interesantes sobre el pasado de Equestria. Ya los había leido, pero no le importaba releerlos. Para ella, era como volver a ver una buena película. Aunque el hecho de que se había pasado la noche repasando "La Historia de Equestria", era a causa de algún malestar o mal presentimiento que invadía su mente.
 -¿Twilight? ¿Estuviste despierta toda la noche otra vez?- Preguntó Spike mientras bajaba las escaleras y se restregaba los ojos.
 -No podía dormir.- Respondió Twilight, un poco desganada. Dio un bostezo y siguió leyendo.
 -¿Qué es lo que te incomoda ahora?- Spike la conocía lo suficiente como para darse cuenta que a ella le aquejaba algo.  De hecho, el mismo problema había sucedido algunas noches antes del ataque de Nightmare Moon.
 Twilight miró fijo a Spike y se quedó observándolo por un pequeño rato. Se podía notar que los ojos le pesaban y que tenía la mirada perdida. Spike no se imaginaba que cosas le estaba pasando por la cabeza en ese momento. -Te vendría bien una ducha o algo que te mantenga despierta, Twilight.-
 -No digas estupideces, Spike. Estoy bien. Estoy acostumbrada a desvelarme.- Respondió, la unicornio. Dio un pequeño esfuerzo para levantarse y se dirigió a la cocina, donde se sirvió un vaso de agua. Por alguna razón, Twilight, cada vez que sufría esos trastornos de sueño, sabía de qué se trataban, pero esta vez no podía comprender por qué, tanto física como mentalmente, estaba tan presionada. Cosquilleos en el estómago, escalofríos y falta de apetito eran los principales síntomas de aquel aquejamiento, por lo que, Twilight, no hacía más que moverse de un lado a otro. Básicamente, para Spike, se estaba volviendo un fastidio escuchar el ruido de sus cascos yendo y viniendo en un mismo lugar.
 -Twilight, ¿Por qué mejor no vamos a tomar un poco de aire? Digo, vamos a visitar a Pinkie o a las demás Ponys, esto seguro que eso te distraerá.- Spike estaba consciente de que algo malo iba a suceder en cualquier momento, pero no iba a ser una buena idea presionar a Twilight para que lo dijera.
 La pequeña potra largó un suspiro y asintió con la cabeza. -Bien, no creo que sea una mala idea. Vamos.- Spike se subió en su lomo y ambos salieron hacia Ponyville. Se podía notar el esfuerzo que Twilight intentaba hacer para mantenerse concentrada y no perder el ritmo de su caminata, el sueño poco a poco le estaba ganando.
 No tan lejos de allí, Rarity, estaba llegando de comprar tela para la creación de algunos vestidos. A veces llevaba gran cantidad de mercancía por lo que le era difícil estar llevando todo, hasta con ayuda de magia, por eso siempre recurría a la asistencia de alguna Pony que pasaba por ahí. Guardó algunos rollos en ambos bolsos y dejó los otros en el suelo para buscar a alguna de sus amigas. Allí, cerca, se podía ver a Twilight, un poco desorientada y con Spike en su lomo intentando que no se fuera por cualquier lado. Algunos metros atrás, la pequeña potrilla ya se había golpeado con varias paredes. Rarity sonrió y corrió hasta la unicornio púrpura. Cuando se puso frente a ella, notó la mirada perdida y los ojos decaídos en su rostro. Si le tocabas la melena, se podía sentir la grasitud del tiempo que llevaba sin lavarlo y cepillarlo. -Oh, querida. Te ves terrible. ¿Te sientes bien?- Twilight vio que tenía a Rarity frente a ella y nuevamente se perdió en su mirada.
 -Está así desde temprano. Estoy muy seguro que lleva mucho tiempo sin dormir.- Contestó Spike en su lugar. Rarity no podía permitir que Twilight anduviese por todo Ponyville en ese estado por lo que pidió a Spike que le ayudara con los rollos de tela y ella vería que hacía. -Vamos, Querida. Voy a llevarte al Spa. Estoy segura que eso te ayudará a sentirme mejor.- Twilight seguía mirando perdidamente a Rarity y comenzó a reírse fatigada. -No... No seas tonta, Rarity. Estoy mejor que nunca. Te acompañaré solo porque yo quiero.-
 -Querida, si estás terrible. Sólo mira tu cara.- Sacó un espejo de su bolso y lo puso frente a Twilight. -Esto es lo que ganas por no dormir. ¿Sabías que es necesario dormir lo suficiente para estar hermosa y saludable como yo?- Agregó Rarity, mientras posaba de manera elegante.
 Twilight observó su rostro a través del espejo y podía notar sus ojeras y su melena desbaratada y grasosa. Nuevamente se perdió en su propia mirada y agitó la cabeza para volver en sí. -Creo... Creo que tienes razón. Tal vez necesito dormir un poco, pero no puedo con esta molestia emocional encima.-
 -¿Molestia Emocional? Bien, sabía que algo era lo que no te dejaba dormir. En el Spa podrás relajarte lo suficiente, querida. Todos tus problemas desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos.- Rarity ya había puesto toda su fe en aquel puesto de relajación por lo que llevó a Twilight hacia allí. Al principio costaba un poco, ya que aún era difícil para ella moverse sin caerse o tropezarse, pero Spike estaba adelante quitando cualquier obstáculo que dificultara el camino hacia el Spa.
                                           ~o~
 En Canterlot, Celestia estaba contemplando la mayor parte de Equestria desde su balcón. Desde ahí se podía observar como el Sol se alzaba ante un reino colmado de paz y armonía. Las praderas se lucían ante el majestuso gigante de luz y los bosques resplandecían como grandes jardines naturales. Las aves cantaban al ritmo de la pequeña brisa veraniega y los animales terrestres corrían en manada hacia algún misterioso destino.
 Llamaron a la puerta, parecía muy urgente ya que eran varios golpes seguidos y rápidos. Celestia abrió y había un guardia de la realeza que se lo veía muy agitado, como si hubiera ido corriendo hasta el castillo, ignorando el hecho de que tuviera alas.
 -Su majestad. Tenemos algo que informar sobre la estatua de Discord.- Dijo el Guardia.  Al parecer era muy grave la situación, Celestia, podía notar eso con la expresión en el rostro de su Súbdito. La princesa asintió con seriedad y se fueron rápidamente hacia los jardines de Canterlot.
                                                                               ~o~
 Twilight  estaba demasiada relajada como para estar al tanto de sus malestares, los masajes que le estaban aplicando podía desestresar hasta al más duro trabajador y hasta hacer dormir a un pony que padeciese de insonmio.
 Rarity estaba en la camilla de al lado, también recibiendo masajes, asegurándose que Twilight obtuviese su merecido descanso y al fin pudiera dormir.
 -Querida, si quieres dormir, solo hazlo de una buena vez. Estas ponys saben lo que hacen.- Sugirió. Twilight sonrió y cerró lentamente los ojos hasta sentir que estaba dentro de ese mundo irreal que le devolvía las energías perdidas.
 La oscuridad abrazó su mirada y eran estrellas las que comenzaron a brillar. Un universo a su alrededor creado por su imaginación más allá de lo real. Sentada en el vacío observando las infinidades de constelaciones y galaxias, Twilight, sonreía como un niño en una jugetería. Las estrellas fugaces abundaban en grandes cantidades y el polvo estelar flotaba lentamente por su nariz. Observó a su alrededor, marcó una sonrisa motivadora, se impulsó con sus patas traseras y empezó a volar por ese inacabable espacio imaginario. Enormes planetas se podían observar a distancia, todos coloridos y brillantes, parecían colmados de vida. Las galaxias embellecían la vista a millones de kilómetros
 Mucho más lejos, donde la oscuridad había perdido protagonismo, un destello rosa la llamaba. Twilight se impulsó nuevamente hacia la luz respondiendo su llamado. Algo comenzó a incomodarle lentamente, era un sonido que al principio era muy difícil de comprender, pero poco a poco se hacías más familiar. Ese ruido, paulatinamente, se convertía en un grito, un grito de alguien que ella conocía, alguien que llamaba a su nombre. -¡TWILIGHT! ¡TWILIGHT, AYÚDAME!- Mientras más cerca, más clara era la voz que se escuchaba. La respiración de Twilight comenzaba a hacer más densa y su corazón latía con más rapidez. Los gritos y pedido de ayuda se hacían cada vez más desgarradores y traumantes, hasta que de pronto, un abrupto silencio colmó todo el espacio. Las estrellas que rodeaban el lugar comenzaron a desparecer y la oscuridad se volvió roja como la sangre. Risas y voces se atenuaban lentamente a su alrededor y algunos gritos que de la nada perturbaban las pequeñas pausas.
 Twilight, que observaba hacia varios lados con los ojos llenos de lágrimas y su corazón latiendo con mucha fuerza, intentaba escapar de la pesadilla. Daba su esfuerzo para impulsarse lejos de allí pero era inútil ya que siempre se encontraba en el mismo lugar. Luego intentó gritar pero ni siquiera tenía voz, estaba completamente muda. Pronto toda esa pesadilla se había convertido en un infierno y una eterna lucha por escapar. Solo le quedaba cerrar los ojos y esperar hasta que en algún momento todo se acabara. -Twilight, Twilight.- Escuchaba otra voz que le sonaba conocida. Empezó a abrir lentamente los párpados y observó las patas de un Pony posadas en el vacío. Iba subiendo con lentitud la mirada para intentar ver su cara y reconocer su identidad, pero solo veía una silueta con los ojos rojos brilantes. -¡Hola! .... ¡Twilight!- La figura acercó su rostro, hacia el de Twilight, a gran velocidad.
 -¡¡HAAAAAAA!!- Gritó la Unicornio, mientras se despertaba abruptamente. Se quedó helada con la cabeza en alto. Los ojos los tenía llenos de lágrimas y las pupilas dilatadas. Observó a su alrededor y pudo ver que aún estaba en el Spa. A su lado, estaban Rarity y Spike. Otras Ponys se habían acercado al lugar para saber que habia sucedido.
 -¡Oh, Querida! Nos asustaste. ¿Qué te sucedió? Estabas sudando y agitándote entre sueños, intentamos despertarte pero era inútil.- Exclamó Rarity, mientras abrazaba a Twilight. Spike también tenía el rostro marcado de preocupación pero no sabía que decir.
 -Yo... Yo tuve una pesadilla.- Respondió la Unicornio, mientras se secaba las lágrimas.
 -Ya, ya. Ya acabó, supongo- Rarity le acercó un vaso de Agua. -Toma un poco.-
 -Esto de no dormir, en serio, te afectó.- Agregó Spike.
 -No digas esas cosas. Ella solo ha tenido un mal comienzo del día, nada más. ¿No es así, querida?-
 Twilight se bajó de la camilla y se dirigió hasta la salida. -Lo siento, chicos. Necesito tomar un poco de Aire.- Rarity y Spike se miraron preocupados y dejaron que la Unicornio se fuera.
  La luz del Sol cegó un poco los ojos de Twilight por lo que bajó rápidamente la mirada. A causa de esto, en el suelo, vio la portada del Diario de Equestria, que había sido arrastrado por una pequeña brisa. "Misteriosa Explosión en Manehattan da como resultado 3 Ponys muertos y 15 heridos." era lo que enmarcaba el Título principal, con una foto de un edificio completamente destruido. Cosas como esas no eran muy común en Equestria por lo que esta noticia causó gran conmoción entre los habitantes de Ponyville y de todo el Reino. Todos los Ponys leyendo preocupados el Diario de Equestria y preguntándose qué o quién fue el causante de aquel incidente.
 -Acaba de suceder hace unas cuantas horas.- Dijo una voz cercana. Twilight miró a su lado y allí estaba ella, con su gran melena colorida y su tiara reluciendo junto con su cuerno, la Princesa Celestia.
 -¡Princesa Celestia! ¿Qué estás haciendo aquí, en Ponyville?- Contestó Twilight mientras se inclinaba como muestra de respeto.
 -Iba a enviarte una carta, pero Spike me contó tu problema y tuve que venir a verte personalmente. De hecho, tengo otras cosas de las cuales hablarte.- Celestia no llevaba una actitud muy animada, por lo que Twilight dedujo rápidamente que no se trataba de algo bueno. -Vamos a hablar a la Biblioteca.- Agregó la Princesa.
                                           ~o~
 Los ruidos de los cascos en la tierra se oían por todo el bosque Everfree, sumado esto a la respiración agitada de la Pony que estaba huyendo asustada. Era una pequeña potra color marrón claro y se caracterizaba por su melena larga y de un color más oscuro que el de su cuerpo. Sus ojos esmeralda realzaban su inocente mirada y le daban una personalidad gentil. En su flanco tenía su Cutie Mark que estaba representado por una piqueta de Arqueólogo.
 En los árboles se podía escuchar las hojas agitarse como si alguien estuviera saltando tronco por tronco persiguiendo a la Pony Marrón. Cada rama que se rompía le inyectaba más adrenalina a la potra, que la hacía correr lo más rápido que podía.
 Se desvió abruptamente, improvisando un camino, para intentar despitar a su perseguidor y corrió como nunca hasta llegar a una zona de piedras, la cual para ella era seguro.
 Dio un salto y cayó tras el grupo de rocas, intentando agacharse para ocultar cada parte de su cuerpo.
 Se apreció un pequeño silencio y el viento dio su iniciativa de ruido. La Pony levantó lentamente la cabeza tras las piedras y observó que ya nadie la seguía. Se relajó, exhalando aire y dio la media vuelta. Pero allí estaba, su perseguidor, parado en la punta de un árbol. La potra gritó y hechó a correr, pero la misteriosa silueta apareció, mágicamente, frente a ella.
 -Ya no es necesario que sigas corriendo, ScoopDiamonds. La persecución anterior era sólo un pequeño capricho.- Dijo la enigmática figura de Unicornio, revelando el nombre de la Pony Marrón.
 ScoopDiamonds estaba completamente asustada y comenzó a caminar hacia atrás lentamente, mientras que el misterioso perseguidor se acercaba hacia la luz, desvelando su verdadera forma. Una Unicornio gris y sus ojos rojos cual ruby brillante. Su melena era corta y enmarañada de color negro carbón, igual que su cola de caballo. Su pelaje rebozaba de un brillo único y en su flanco, un dibujo de una Luna en pleno eclipse, representando su Cutie Mark
 -¡¿Por qué me estás persiguiendo?! ¡¿Qué quieres de mí?! ¡¿Por qué destruiste mi casa?- Exclamó Scoop, armándose de valor.
 -No te exaltes. Si te tranquilizas es posible que salgas viva de aquí.- Dijo la Unicornio. -Tengo asuntos pendientes contigo. Necesito de tus conocimientos para encontrar algo que muy bien sabes.
 -¿Yo? ¿De qué estás hablando? Primero, dime quién eres y por qué estás haciendo todo esto... - ScoopDiamonds estaba completamente exaltada y necesitaba respuestas tan pronto posible. Sabía que no iba a salir viva de allí, pero al menos tenía que arriesgarse.
 En ese momento solo se escuchaba el suave silbido del viento en las hojas de los árboles. Hubo un minuto entero de silencio en el que ambas Ponys conectaban miradas y solo algunas pequeñas muecas eran consideradas palabras.
 La misteriosa Unicornio suspiró y sonrió. -Está bien. Creo que no tengo problemas en decirte quien soy.- Scoop levantó una ceja y observó con intriga. -Me llamo Eclipse y estoy aquí, porque mi destino es cumplir lo que el Gran Maestro me dejó como labor.-
 -¿El Gran Maestro?- Se preguntó la Potra.
 -Qué va. Ya te dije lo qué querías saber, ahora dime a mí lo que necesito.- Exigió Eclipse. Ella no parecía necesitar con urgencia aquella información, pero no le vendría mal tenerla con anticipación.
 ScoopDiamonds aún no entendía que era lo que quería aquella Unicornio. Scoop tan solo era una Pony arqueóloga que solo conocía mucho sobre la historia de Equestria. Ella había encontrado objetos tan antiguos, de mucho antes de que Equestria se formara y, tal vez, Eclipse estaba buscando una vasija de hace mil años atras o un mapa sobre las antiguas aldeas Pony's. Era una interrogante que solo pasaba por la cabeza de Scoop.
 -Hay algo que ha estado en la mente del Gran Maestro por mucho tiempo. Es un conjunto de seis piedras milenarias que tú y tu equipo de Arqueólogos han estado buscando celosamente por años. ¿Me equivoco?- Las palabras de Eclipse salían tan fluidas que por alguna razón provocaban que los nervios de ScoopDiamonds aumentaran de manera radical.
 -¿Seis... Seis piedras milenarias? Te refieres a... - La potra sabía perfectamente de que estaba hablando, pero ella aún lo tenía como un mito, una leyenda, un secreto que jamás podría ser encontrado y que permanecería bajo tierra como una leyenda.
 Eclipse comenzó a sonreir y antes de que Scoop pudiera decirlo,  puso uno de sus cascos en el hocico de la Pony, interrumpiéndola. -Sí, Los Elementos de la Discordia.-
                                           ~o~
 -¡¿Elementos de la Discordia?!- Exclamó Twilight Sparkle. Celestia volteó y asintió, mientras con la magia de su cuerno se servía una taza de té.
 -De toda la vida se han tratado como un mito y solo Discord sabía de existencia.- La princesa dió un sorbo y continuó. -Cuando Luna y yo lo derrotamos, mientras se convertía en piedra, mencionó algo. Recuerdo con claridad esas palabras: "No importa como sea todo. Aún sigue en pie el "Plan B"; Los elementos de la Discordia no han sido encontrados aún." Luego su voz se ahogó en el silencio. Al principio creí que ese "Plan B" había sido su último regreso el cual ustedes habían intervenido y pensé que cuando mencionó a los Elementos, era tan solo una expresión.-
 Twilight aún no comprendía la existencia de aquellos artilugios y le hacía difícil creer algo como tal. Se dirigió hacia la parte alta de los libros y agarró un ejemplar en particular llamado "Mitos y Leyendas". -Ahora que lo pienso, leí algo sobre eso en este libro, pero no le presté mucha atención.- Corría las páginas una por una con su magia. -Aquí está. Los Elementos de la Discordia.- Se coloco frente a Celestia y comenzó a leer un párrafo. -"...Estas seis piedras milenarias fueron un mito por milenios y basaban su poder en lo opuesto a los Elementos de la Armonía. Nunca se ha comprobado con exactitud su existencia y los arqueólogos han dedicado su vida en busca de estos objetos únicos y de misterioso valor. Se decía que Discord, Rey del Caos, poseía conocimiento previo sobre los Elementos y afirmaba que estos fuesen reales, pero no tenía idea de su verdadero paradero..."-
 Twilight cerró el libro y miró preocupada a Celestia. La Princesa no quería preocupar a nadie y tampoco tenía intención de incluir a su estudiante en un tema como este. Sabía que lo sucedido en Manehattan tenía mucho que ver con los Elementos de la Discordia pero aún así no sabía como comprobarlo de manera oficial.
 -Twilight, las cosas que están sucediendo ahora, podrían causar cierto revuelo en Equestria. Te agradecería que esto quedase entre nosotras. Puedes comentarlo con tus amigas si quieres pero, por favor, no te involucres en la búsqueda de las piedras. Por alguna razón esto no es algo con lo que tú puedas lidiar, ni con los Elementos de la Armonía.- Celestia se veía muy segura con lo que estaba diciendo y, Twilight, sabía que ella no arriesgaría a su alumna en vano. -Luna y yo nos encargaremos de todo. Lo único que te pido es que estés alerta ante cualquier peligro.- Agregó la Princesa, mientras se dirigía hacia la puerta para retirarse.
 -No te preocupes, Princesa Celestia. Haremos lo necesario para que todo salga bien.- Escuchando esto, Celestia desapareció en un destello de luz.
                                          ~o~
 La luz de la luna comenzó a iluminar Ponyville informando que la noche había llegado. Los Ponys que habían laborado tan duro en la mañana y tarde, se dirigían a sus hogares a descansar y refortalecer sus energías. Otros se desvelaban con salidas nocturnas y algunos decidían aprovechar la noche veraniega para comer al aire libre.
 En Sweet Apple Acres, Applejack terminaba de guardar las últimas carretas de manzanas. Las dejó en el granero y se dirigió a su casa. En el pequeño tramo hasta su hogar, oyó el crujir de varios hojas secas en las cercanías como si de pasos se trataran. Dio un vistazo rápido a su alrededor para ver si veía a alguien y siguió su camino. Nuevamente sintió el mismo ruido, pero esta vez eran de pasos apurados. Applejack no dudó esta vez y se dirigió hacia donde el sonido provenía. Se acercó a al límite de Sweet Apple Acres, donde estaban las vallas que separaban de la entrada. Allí se veía una silueta moviéndose con cautela y a escondidas. En ese momento, Applejack, actuó ante la aparición de la sospechosa figura y arremetió contra ella.
 -¡Muéstrate!- Exclamó la pony. La oscura silueta observó a la potra acercándose a toda velocidad.
 -¡¡Applejack espera!! ¡Soy yo!- Al escuchar esa familiar voz, Applejack, frenó rápidamente. Ya cerca, notó que la figura era nada más y nada menos que ScoopDiamonds. Estaba completamente golpeada y sucia. Su melena abundaba en barro y mugre.
 Ambas ya se conocían de antes a causa de que Scoop siempre iba a comprar manzanas allí por considerarlas las mejores de Equestria. Era una de las clientes más habituales que Sweet Apple Acres podía tener.
 -¿Scoop? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué te sucedió?- Los interrogantes en Applejack se multiplicaron al ver el estado de la pobre potrilla.
 -Estoy escapando de alguien muy peligrosa. Por favor, Applejack. Necesito que me ayudes.- Rogaba Scoop con lágrimas en sus ojos.
 Applejack no lo pensó dos veces y ayudó a la Pony llevándola hasta su casa. En el tramo hasta la entrada, a las cercanías se escuchó una explosión y varios gritos. Ambas Ponys voltearon y vieron la nube de humo saliendo de Ponyville.
 -¿Qué demonios?- Exclamó Applejack. -Eso no está bien. Scoop quédate aquí, iré a ver que pasa.-
 -Espera, Applejack. No vayas. No es seguro.- ScoopDiamonds no tenía un buen presentimiento de ello y lo veía relacionado con Eclipse. La potra naranja ignorando las advertencias, corrió hacia Ponyville.
 Mientas más se acercaba se podían ver varias Ponys escapando de lugar completamente asustadas.
 El humo de la explosión cubría toda el área y limitaba mucho la vista hacia el frente, por lo que Applejack buscó un camino alternativo. En el trayecto vio a Twilight ayudando a escapar a las Ponys que se habían quedado atrapadas en los escombros.
 -¡Twilight!- La Unicornio respondio con una mirada al llamado de Applejack, por lo que esta se acercó a echarle una pata.
 -¿Qué sucedió aquí?- Preguntó mientras levantaba una enorme pila de rocas con su magia.
 -No sé muy bien, escuché la explosión y vine rápidamente aquí.- Respondió la Potra.
 -¿Crees que esto esté relacionado con lo de Manehattan?- Twilight lentamente deducía este hecho basándose en el incidente que en aquella ciudad, por lo que comenzaba a preocuparse más y más.
 -Bien, no estoy segura, pero al menos no hay ninguna vícitma fatal.- Applejack mostró una sonrisa tranquilizadora a Twilight.
 Mientras ambas Ponys ayudaban a las demás, se escuchó un grito proveniente del cielo. -¡¡CUIDADO ALLÍ!!- Un pequeño silencio, luego del llamado, fue lo previo a la segunda explosión que envió a Applejack y a Twilight a varios metros de dónde estaban. Grandes pilares de madera en llama caían al suelo, siendo esquivado por los habitantes que estaba cerca de allí.
 En lo alto estaba Rainbow Dash observando la enorme explosión y al ver a sus dos amigas heridas se lanzó a toda velocidad para ayudarlas.
 -¡Applejack! ¡Twilight! ¿Están bien?- La pegaso estaba a su lado intentando reanimarlas del shock que les produjo la explosión.
 -S... sí... Estamos bien.- Applejack sacudía la cabeza y se revisaba que no tuviera ningún hueso roto. -¿Rainbow Dash? ¿Tu fuiste la que gritó? ¿Qué pasó?
 -Sí, vi a alguien salir de la misma casa que acaba de estallar. Era una Unicornio Gris.- Respondía Rainbow Dash mientras ayudaba a Twilight a estabilizarse.
 -¿No alcanzaste ver hacia qué dirección fue?- Preguntó la Unicornio, se podía sentir lo fatigada que lo había dejado la explosión, sumado que aún no se había recuperado del todo con sus problemas de sueño. Le hacía difícil reestablecerse.
 -La explosión me cegó. No tuve mucho tiempo para ver nada.- Contestó.
 -Bien, será mejor que nos separemos y busquemos por todo Ponyville. Si encuentran a las demás, díganle que se pongan a buscar.- Ambas Ponys asintieron ante las órdenes de Applejack y se separaron en la búsqueda. Ella no iba a permitir que la causante del incidente escapara tan fácilmente estando cerca.
 Twilight se dirigió hasta el centro de Ponyville dónde se encontraba la torre. En lo alto, cubriéndole las espaldas, estaba Rainbow Dash observando con mejor detalle a ver si encontraba al sospechoso. Applejack se había dirigido a la zona comercial, donde todos los puestos estaban abandonados luego de la explosión. Allí, ella, estaba completamente sola por lo que se había puesto alerta de cualquier ruido o movimiento a su alrededor.
 Se detuvo al observar una sombra que provenía de una esquina y rápidamente desapareció de su vista. De allí salió la figura de una Unicornio que escapaba rápidamente del lugar. Applejack reaccionó al instante y corrió hacia ella.
 -¡Espera!- Exclamó mientras apuraba el paso.
 La Unicornio iba saltando por la parte superior de las tiendas y a una velocidad increíble, para Applejack no era nada fácil aún así siendo la más atlética de todas. La potra, cuando tuvo la oportunidad, dio un salto arremetiendo contra ella, la embistió y ambas cayeron hacia unos arbustos. Entre la oscuridad y las hojas ambas Potras estaban en el suelo intentando levantarse. Applejack se paró rápidamente y colocó sus cascos sobre el lomo de la Unicornio para que no se pudiera pararse.
 -¿Quién eres y por qué causaste todo esto?- La pony naranja apretaba con fuerza y no dejaba por ningún motivo que la otra se levantase.
 La Unicornio comenzó a reirse, ignorando la pregunta. Applejack empezó a sentir un lento escalofrío que le recorría el cuerpo y observó que el cuerno de la pony estaba iluminando de un momento a otro. Las pupilas de la potra se dilataron y un destello violeta la cegó en dolor. Cuándo recobró la vista, pudo ver que estaba a varios metros de la Unicornio quien se encontraba a puras risas.
 -Agradece que aún estás con vida.- Dijo mientras desaparecía. 
 Applejack intentó levantarse pero un fuerte dolor le aquejaba en el pecho. Dio su mejor esfuerzo, colocando sus cascos en el suelo para darse un impulso y finalmente se levantó.
 -¡Applejack!- Exclamó Rainbow Dash. Ella, que estaba volando en las cercanías, logró ver el anterior destello que le llamó la atención.
 Aterrizó y rápidamente se dirigió a donde Applejack para socorrerla.
 -¿Te encuentras bien?- Preguntó la pegaso.
 -Sí. No te preocupes. Lo importante es que pude ver a la que causó todo. Es una Unicornio Gris, acaba de desaparecer pero no creo que esté fuera de PonyVille, estoy segura que algo está buscando aquí.- Applejack tenía la certeza de que ella no se había ido aún. Algo buscaba y no se iría hasta encontrarlo.
 -Bien. Twilight encontró a Rarity y ambas están buscando por todos lados. Fluttershy no quiere salir de su casa por miedo y de Pinkie Pie aún no sabemos nada.- Dijo, Rainbow Dash, preocupada.
 -Tenemos que encontrar a Pinkie Pie, entonces.- Contestó Applejack.
 A lo lejos, ambas, divisaron a Rarity acercándose preocupada hacia ellas y atrás de ella una enorme explosión.
 -¡¡DEMONIOS!!- Gritó Rainbow Dash.
 Rarity estaba a pocos metros de la expansión pero no alcanzó a hacerle daño, pero eso no le quitaba el susto que se había llevado. Rainbow Dash se impulsó a vuelo rápido para ayudarla.
 -¡Rarity! ¿Estás bien? ¿Qué pasó?- Preguntaba la pegaso totalmente exaltada.
 -T-Twilight... Está en peligro. Hay que ayudarla.- Rarity tenía los ojos inyectados en lágrimas.
 La cara de preocupación en Rainbow Dash era una que nunca se le había visto. Ahora mismo estaban en el mismo infierno viendo como Ponyville se derrumbaba a causa de una desconocida que destruía todo bajo un motivo desconocido. Las cenizas comenzaban a caer lentamente y el cielo completamente gris por el humo del fuego en las casas.
 Rainbow Dash se enfureció por completo y expando sus alas para retomar vuelo.
 -Iré ahora a salvar a Twilight. Ustedes dos vayan a buscar refugio.- Rarity y Applejack, quien recién se acercaba, notaron el rostro de seriedad en Rainbow, sabían que tenía que ser tratado con la gravedad que se merece.
 La pegaso salió disparada dejando su rastro de arcoiris y tomó el recorrido en busca de Twilight.
 Se elevó a lo alto, evitando la humareda, para tener una mejor visión y exploraba cada rincón del suelo en busca de la Unicornio púrpura. De pronto, vio varios destellos provinientes de donde se encontraba la mayor cantidad de humo. Rainbow Dash se lanzó hacia allí esperando encontrar a Twilight y sí, logró ver a la Pony corriendo del lugar, escapando de alguien. La pegaso fue a la ayuda pero en el instante vio como un rayo embestía a la Unicornio.
 -¡¡TWILIGHT!!- Gritó y se impulsó para socorrerla. Cuando tocó suelo, volteó al observar que frente a ella estaba parada la causante de toda la destrucción en Ponyville. Era Eclipse, cuya sonrisa delataba su fría actitud ante la situación. Clavó su mirada en Rainbow Dash y se acercó hacia ella lentamente.
 -Hay una posiblidad de que no salgas lastimada de aquí.- Dijo. -Pero tienes que decirme dónde se encuentra una Pony en especial.- La voz de Eclipse era aterradora y erizaba el pelaje de cualquiera, hasta al más osado. Uno podía notar la frialdad en sus palabras.
 Rainbow Dash comenzó a temblar sin motivo y no se podía mover. Ella era la Pony más valiente y para ella, asustarse no estaba en su diccionario, pero el miedo en ese momento le estaba ganando.
 -¿Qué? ¿Acaso tienes miedo? Oooh... Pobrecita. Eso significa que no dirás nada, entonces permíteme darte un empujón.- El cuerno de Eclipse comenzó a brillar. -No te va a doler tanto.- Las pupilas de Rainbow Dash se dilataron y antes de que algo sucediera, un grito interrumpió todo.
 -¡ECLIPSE! ¡Basta! Tu me buscas a mí, aquí estoy. Ahora deja de destruir todo de una buena vez.- ScoopDiamonds había llegado en el momento indicado. Ella no se esperaba que Eclipse causara todo ese desastre.
 -Oh... Menos mal que decidiste aparecer. Supongo que no te va a salir barato, Scoop.- Respondió Eclipse. -Me he cansado de destruir todo esto para encontrarte. Por un momento pensé que te había matado.-
 Scoop estaba aterrada pero no le quedaba más remedio, sino toda Ponyville se vería condenada. Rainbow Dash la observaba y miles de preguntas le llegaron a la cabeza. Eclipse se acercó a ScoopDiamonds y ambas desaparecieron en un destello violeta.
 Todo un silencio abrazó ese momento, lo único que se escuchaba eran las brasas ardientes quemando toda la madera y el humo salir de las casas.
 -R... Rainbow Dash...- Twilight había vuelto en sí.
 -Twilight...- A Rainbow Dash le empezaron a salir lágrimas en los ojos y observó toda la destrucción que Ponyville había sufrido en vano.

Continúa en Capítulo 2